Santo Domingo, Rep. Dominicana.- La Superintendencia de Bancos y el Banco Agrícola consideraron como, dañino, peligroso, irresponsable y desafortunado el llamado que hiciera el expresidente Hipólito Mejía a productores arroceros de la provincia Sánchez Ramírez para que no paguen las deudas contraídas con la entidad financiera estatal bajo la promesa de que de llegar a la presidencia de la República las condonaría.
Hablando en nombre de las entidades, Haivanjoe NG Cortiñas, Superintendente de Bancos y Rafael Medina, Sub-Administrador y Administrador interino del Banco Agrícola, se mostraron sorprendidos por el llamado realizado por el candidato a la presidencia por el Partido Revolucionario Dominicano a los productores en el sentido de que no honren los compromisos contraídos.
Advirtieron que esta promesa podría tener dos impactos negativos, el primero porque le restaría liquidez al Banco Agrícola y con ello afectaría sus indicadores de desempeño, como el índice de morosidad de su cartera de crédito; así como exponiéndola a riesgos mayores con posibilidad de riesgo sistémico.
Recordaron ambos funcionarios que el Banco Agrícola es la principal entidad financiera que facilita recursos al sector agropecuario nacional y que es parte de su responsabilidad velar por su salud financiera y administrativa.
El segundo impacto negativo sería a los propios productores agrícolas, pues de oír el llamado de Mejía, estarían siendo considerados como clientes morosos, afectándole su calificación crediticia y en consecuencia su historial de financiamiento dentro del sistema financiero y los Burós de Información Crediticia.
Prometer condonar deudas a los productores agropecuarios, no sería una buena práctica bancaria, ni una buena política pública, pues incentiva la morosidad en los clientes, perjudica a la entidad financiera, afecta a los ahorrantes de la misma, a la institucionalidad y a la cultura empresarial de los productores, contraviniendo los esfuerzos que se hacen para desarrollar actividades productivas agrícolas sostenidas.
Los funcionarios de la entidad supervisora del sistema financiero y de la entidad crediticia estatal pidieron a los productores desoír el llamado de Mejía por el bien del Banco Agrícola y por su bien propio.
Hablando en nombre de las entidades, Haivanjoe NG Cortiñas, Superintendente de Bancos y Rafael Medina, Sub-Administrador y Administrador interino del Banco Agrícola, se mostraron sorprendidos por el llamado realizado por el candidato a la presidencia por el Partido Revolucionario Dominicano a los productores en el sentido de que no honren los compromisos contraídos.
Advirtieron que esta promesa podría tener dos impactos negativos, el primero porque le restaría liquidez al Banco Agrícola y con ello afectaría sus indicadores de desempeño, como el índice de morosidad de su cartera de crédito; así como exponiéndola a riesgos mayores con posibilidad de riesgo sistémico.
Recordaron ambos funcionarios que el Banco Agrícola es la principal entidad financiera que facilita recursos al sector agropecuario nacional y que es parte de su responsabilidad velar por su salud financiera y administrativa.
El segundo impacto negativo sería a los propios productores agrícolas, pues de oír el llamado de Mejía, estarían siendo considerados como clientes morosos, afectándole su calificación crediticia y en consecuencia su historial de financiamiento dentro del sistema financiero y los Burós de Información Crediticia.
Prometer condonar deudas a los productores agropecuarios, no sería una buena práctica bancaria, ni una buena política pública, pues incentiva la morosidad en los clientes, perjudica a la entidad financiera, afecta a los ahorrantes de la misma, a la institucionalidad y a la cultura empresarial de los productores, contraviniendo los esfuerzos que se hacen para desarrollar actividades productivas agrícolas sostenidas.
Los funcionarios de la entidad supervisora del sistema financiero y de la entidad crediticia estatal pidieron a los productores desoír el llamado de Mejía por el bien del Banco Agrícola y por su bien propio.
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