Al disertar ante la matrícula de la Cámara Americana de Comercio, NG Cortiñas explicó que la normativa propiciará que las Micro y Pequeñas Empresas se inserten dentro de los segmentos tradicionales de la banca, para que además de ser objetos de crédito, adquieran más facilidades de accesos a los mercados financieros.
Que el Reglamento “Para Operaciones de Microcrédito definirá y establecerá criterios, conceptos y variables a utilizar en la evaluación y clasificación de las operaciones de microcréditos, así como mecanismos de cobertura para los riesgos que se determinen en estas transacciones”.
Enfatizó que el nivel de bancarización refleja las relaciones estables y amplias entre las instituciones financieras y sus usuarios respecto a un conjunto de servicios financieros disponibles. Subrayó que con el aumento de los niveles de bancarización se busca impulsar el acceso de las personas a los servicios financieros, de manera que puedan emprender actividades productivas, convirtiéndose ésta en una herramienta fundamental en la lucha contra la pobreza al facilitar la incorporación de gran parte de la población a la economía formal.
NG Cortiñas observó que existe una relación directa documentada entre aumento del nivel de bancarización de una nación y el crecimiento económico, ya que el incremento en las captaciones de recursos líquidos del sector informal hacía los bancos, canaliza esos fondos hacía las actividades productivas.
Significó que de esa forma la bancarización contribuye a sustentar el desarrollo social de los países y el bienestar de sus habitantes.“De ahí la importancia y el interés creciente en los países de América Latina de mejorar los niveles de bancarización, a fin de establecer sistemas financieros incluyentes que promuevan el desarrollo económico y social”, expresó.
En el contexto de Centroamérica, los países del área presentan muy bajos niveles de profundidad financiera, a excepción de Panamá, que cuenta con tipología y estructura de su sistema bancario muy diferenciado con relación al resto de la región.
Señaló que República Dominicana mantiene una relación Crédito/Producto Interno bruto de 23.4% y de Depósito /PIB de 32.9%, muy inferior al promedio regional de los países de Centroamérica., que ronda 35.3% y 42.3%, respectivamente, medido como profundidad financiera y construido sobre la base de la razón total, cartera de crédito y total depósitos con respecto al PIB. Como referencia, Costa Rica mantiene una relación de 43.8% y 50.1%; El Salvador 38.7% y 42.3%; Guatemala 25.4% y 35.5%; Honduras 46.2% y 48.3%; Nicaragua 34.5% y 44.6%. Todos superan a República Dominicana en sus niveles de profundidad financiera.
A nivel de cobertura, el indicador de bancarización medido como la cantidad de personas sobre el número de oficinas bancarias muestra que República Dominicana tiene una sucursal para cada 14 mil habitantes, en el penúltimo lugar de la región, solo por encima de Nicaragua, que tiene una oficina por cada 19 mil habitantes.
Con relación al crédito per capita medido en dólares, el análisis revela que solo Costa Rica, con un nivel de US$2,852.00 per capita, supera la media de la región, que es de US$1,163.04. Mientras, el Salvador y Republica Dominicana mantienen niveles similares alrededor de US$1,130.00. Honduras, Guatemala y Nicaragua ostentan niveles de de crédito per capita inferiores, de US$833.00, US$667.00 y US$370.00, respectivamente.
A nivel interno de la República Dominicana, es decir por regiones del país, el análisis de la bancarización muestra una alta concentración del crédito para la zona Metropolitana, seguido de las regiones Norte y Este, mientras para las diez provincias del Sur ese índice es muy bajo.Por ejemplo, para la región Metropolitana, por cada oficina son atendidas en promedio 7,243 personas, y en contraste en el Sur cada sucursal maneja 19,660 personas en tramites de crédito.
NG Cortiñas reconoció, empero, que las entidades de intermediación financiera del país se mantienen a la vanguardia y ofrecen al público productos y servicios innovadores y actualizados, que son incentivos para la bancarización.
Entre esas opciones acordes a las últimas tecnologías, citó el servicio de telefonía móvil como medio de bancarizar un gran número de la población dominicana.
Advirtió, sin embargo, que hay muchas tareas pendientes por partes de los bancos para atraerse depositantes, sobre todo en materia de nuevos métodos y tecnologías para acceder a los clientes.
Igualmente, NG Cortiñas declaró que las entidades financieras deben hacer mejorías en cuanto a los costos de mantenimiento de cuentas y, adicionalmente, analizar las limitaciones que el funcionamiento del sistema bancario impone al acceso al crédito de pequeñas y medianas empresas.